La seda de morera está considerada como el máximo estándar de seda a nivel global, en virtud de la característica alimentación de las larvas, que es la hoja de morera, que tiene unas grandiosas propiedades clínicas y sanitarias.
Lo más destacable a nivel de cuidado dermatológico de la seda de morera es su carácter hipoalergénico, lo que se traduce fácilmente en la mínima inducción de reacciones, incluso en las pieles más sensibles.
Por otra parte, la seda de morera tiene un contenido proteico (glicina) que está presente en una gran proporción y se trata de un contenido que directamente está involucrado con la salud estética, increíble.